Se limpian los calamares y se cortan en trozos.
Se rehoga cebolla (por kilo de calamar una cebolla grande) con aceite de oliva y cuando esté blanda se añade el calamar.
Cuando lo tenemos rehogado se machaca ajo y perejil y se agrega.
En el mortero se añade agua y una cucharadita pequeña de harina y se disuelve. Se añade al guiso.
Lo mismo con la tinta, la ponemos en el mortero con un poquito de agua y la disolvemos y a la cazuela.
Se deja cocer a fuego lento, si vemos que le falta líquido añadimos poco a poco agua y cuando casi este blando se añade vino blanco: se termina de cocer y a comer....
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